Durante el embarazo, muchas mujeres sufren varias molestias que deben tratarse con cuidado, puesto que la medicación no es siempre la solución más adecuada teniendo en cuenta que se está desarrollando una vida dentro del organismo de la mujer embarazada.
La principal ventaja de la homeopatía frente a la medicina convencional es que descarta los efectos negativos que tienen los medicamentos. El objetivo de esta técnica es ayudar al organismo a adaptarse a los cambios que se han producido en él, más que en aliviar los síntomas, que es de lo que trata la medicina convencional.
La homeopatía se basa en un estudio exhaustivo del paciente para así recomendarle el tratamiento más adecuado a él. En el caso de los niños, esta técnica se suele recomendar, puesto que no han sido tratados con muchos fármacos y es posible devolverles el equilibrio.
Por eso, elegir un tratamiento homeopático es elegir una alternativa segura,
sin riesgos y sin efectos nocivos ni tóxicos.
Cuando la gestación comienza, se inician con ella una serie de infinitos procesos que culminan con la formación de un nuevo ser. El éxito del equilibrio y la armonía que deben reinar en este nuevo ser dependen de una armonía espiritual y física, que es necesaria para la integridad del mismo.
Los remedios homeopáticos durante el embarazo y el parto son:
Eficaces.
Seguros.
No tóxicos, ni para la madre, ni para el feto.
Equilibran física y psíquicamente.
Benefician también al feto: son niños más tranquilos, más sanos.
Los partos son mucho menos dolorosos, más placenteros.
Las contracciones son más regulares y rítmicas.
La principal ventaja de la homeopatía frente a la medicina convencional es que descarta los efectos negativos que tienen los medicamentos. El objetivo de esta técnica es ayudar al organismo a adaptarse a los cambios que se han producido en él, más que en aliviar los síntomas, que es de lo que trata la medicina convencional.
La homeopatía se basa en un estudio exhaustivo del paciente para así recomendarle el tratamiento más adecuado a él. En el caso de los niños, esta técnica se suele recomendar, puesto que no han sido tratados con muchos fármacos y es posible devolverles el equilibrio.
Por eso, elegir un tratamiento homeopático es elegir una alternativa segura,
sin riesgos y sin efectos nocivos ni tóxicos.
Cuando la gestación comienza, se inician con ella una serie de infinitos procesos que culminan con la formación de un nuevo ser. El éxito del equilibrio y la armonía que deben reinar en este nuevo ser dependen de una armonía espiritual y física, que es necesaria para la integridad del mismo.
Los remedios homeopáticos durante el embarazo y el parto son:
Eficaces.
Seguros.
No tóxicos, ni para la madre, ni para el feto.
Equilibran física y psíquicamente.
Benefician también al feto: son niños más tranquilos, más sanos.
Los partos son mucho menos dolorosos, más placenteros.
Las contracciones son más regulares y rítmicas.
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