Son muchas las personas que sufren alergia o intolerancia alimentaría, por lo que los test de intolerancias alimentarías han experimentado un crecimiento. Este artículo nos habla de los test de intolerancias alimentarías más comunes y de su aplicación.
Un gran número de personas sufre alergias e intolerancias alimentarias que muchas veces son difíciles de diagnosticar, sobre todo aquéllas que no están mediadas por las inmunoglobulinas E (IgE), las principales responsables de las reacciones adversas en el organismo. La alergia alimenticia puede desencadenarse por la ingestión, la inhalación o el simple contacto con el alimento.
La alergia alimenticia puede manifestarse por síntomas muy diferentes: asma, urticaria, rinitis alérgica y sobre todo síntomas que, de entrada, nunca relacionaríamos con un alergia alimentaria como son la migraña, la retención de líquidos, algunos problemas digestivos (gases, nauseas, diarrea, estreñimiento, etc.), inflamaciones articulares y algunos casos de obesidad o exceso de peso.
Test de Alergias alimentarias y obesidad
El boom de los Test de alergias alimentarias viene dado, hoy en día, por el aumento de las alergias, de cualquier, y especialmente por ser de ayuda en la lucha contra la obesidad. Cada vez hay más personas que cuando eliminan aquellos alimentos que se han detectado como alérgicos para su cuerpo, empiezan a ver como comienzan a deshincharse (mejora su digestión) y a retener menos líquido. El resultado es que pueden perder peso y sobre todo empiezan a sentirse mejor. Puede ser, pues, una ayuda más para individualizar el tratamiento del paciente que sufre la obesidad.
El prick-test y las alergias alimentarias
Las pruebas o tests que se realizan más frecuentemente para descubrir nuestras alergias alimentarías son por el método del prick-test.
El prick-test consiste en hacer reaccionar las células mastocitarias de la epidermis poniéndolas en contacto con el alergeno. En el lactante de menos de 1 año, los alergenos probados son sistemáticamente la leche no materna, el huevo, el pescado, el cacahuete o maní, la harina de trigo, la soja, la mostaza y el sésamo.
El test ALCAT y las alergias alimentarias
El test ALCAT es un test sanguíneo relativamente nuevo que se utiliza para detectar reacciones de intolerancia a alimentos específicos, a colorantes y a aditivos alimentarios. Diversos estudios han puesto de manifiesto la alta sensibilidad y especificidad del test, convirtiéndolo en un método aceptable para comprobar los problemas de intolerancia de origen alimentario.
Hay que tener en cuenta que la toma de diversos medicamentos (antihistamínicos, antidepresivos, corticosteroides, anticoagulantes) puede provocar interferencias en la realización del test. Por eso a veces si realizamos diferentes pruebas pueden salir resultados parcialmente diferentes.
Prueba de provocación labial TPL
La prueba de provocación a los alimentos constituye el examen clave del diagnóstico de la alergia alimenticia. La prueba de provocación labial consiste en poner en contacto el alimento con la mucosa bucal. Hay varios grados en función de la intensidad de la reacción. La negatividad del TPL no permite eliminar el diagnóstico de alergia alimenticia y la prueba de provocación oral, TPO, es a menudo necesaria en estos casos.
Prueba de provocación oral (TPO)
Después de la exclusión del alimento sospechoso que debería conllevar una disminución de los síntomas, la reintroducción se realiza en el medio hospitalario, a causa del riesgo siempre posible de anafilaxia. El alimento nativo se mezcla en un vehículo analérgico y en dosis crecientes se ingiere cada media hora. Cuanto más pequeño es el niño más prudente debe ser la prueba porque el riesgo de reacción a dosis débiles es más frecuente. La positividad de la TPO permite, más allá de confirmar la alergia alimenticia, observar un umbral desencadenante del accidente.
Prueba de permeabilidad intestinal
Esta prueba puede ser muy interesante ya que cuando la mucosa intestinal deja pasar sustancias que no debe (por ejemplo proteínas de leche de vaca parcialmente digeridas) nuestro sistema inmunológico empieza a alterarse ya que "hay un enemigo donde no debe" y empieza una respuesta inmunitaria, a menudo, desproporcionada Hinchazón, malestar, picor, etc.). Eso sería un caso de alergia alimentaria.
Toda alteración de la mucosa intestinal puede conllevar falsos positivos, lo que limita la especificidad de esta prueba.
¿Son fiables estos test de alergias alimentarias?
Hay que tener en cuenta que la toma de diversos medicamentos (antihistamínicos, antidepresivos, corticosteroides, anticoagulantes) puede provocar interferencias en la realización del test. Por eso a veces si realizamos la prueba en diferentes momentos o situaciones pueden salir resultados parcialmente diferentes.
Hemos de tener en cuenta que en muchos casos tras un tiempo (según cada persona) sin tomar ese alimento, el cuerpo puede volver a admitirlo.
Es importante, en esos casos, estar alerta por si reaparecen los antiguos síntomas.
De cualquier manera, no hay nada mejor que la experiencia, y si algo nos sienta mal, lo mejor es no tomarlo.
Un gran número de personas sufre alergias e intolerancias alimentarias que muchas veces son difíciles de diagnosticar, sobre todo aquéllas que no están mediadas por las inmunoglobulinas E (IgE), las principales responsables de las reacciones adversas en el organismo. La alergia alimenticia puede desencadenarse por la ingestión, la inhalación o el simple contacto con el alimento.
La alergia alimenticia puede manifestarse por síntomas muy diferentes: asma, urticaria, rinitis alérgica y sobre todo síntomas que, de entrada, nunca relacionaríamos con un alergia alimentaria como son la migraña, la retención de líquidos, algunos problemas digestivos (gases, nauseas, diarrea, estreñimiento, etc.), inflamaciones articulares y algunos casos de obesidad o exceso de peso.
Test de Alergias alimentarias y obesidad
El boom de los Test de alergias alimentarias viene dado, hoy en día, por el aumento de las alergias, de cualquier, y especialmente por ser de ayuda en la lucha contra la obesidad. Cada vez hay más personas que cuando eliminan aquellos alimentos que se han detectado como alérgicos para su cuerpo, empiezan a ver como comienzan a deshincharse (mejora su digestión) y a retener menos líquido. El resultado es que pueden perder peso y sobre todo empiezan a sentirse mejor. Puede ser, pues, una ayuda más para individualizar el tratamiento del paciente que sufre la obesidad.
El prick-test y las alergias alimentarias
Las pruebas o tests que se realizan más frecuentemente para descubrir nuestras alergias alimentarías son por el método del prick-test.
El prick-test consiste en hacer reaccionar las células mastocitarias de la epidermis poniéndolas en contacto con el alergeno. En el lactante de menos de 1 año, los alergenos probados son sistemáticamente la leche no materna, el huevo, el pescado, el cacahuete o maní, la harina de trigo, la soja, la mostaza y el sésamo.
El test ALCAT y las alergias alimentarias
El test ALCAT es un test sanguíneo relativamente nuevo que se utiliza para detectar reacciones de intolerancia a alimentos específicos, a colorantes y a aditivos alimentarios. Diversos estudios han puesto de manifiesto la alta sensibilidad y especificidad del test, convirtiéndolo en un método aceptable para comprobar los problemas de intolerancia de origen alimentario.
Hay que tener en cuenta que la toma de diversos medicamentos (antihistamínicos, antidepresivos, corticosteroides, anticoagulantes) puede provocar interferencias en la realización del test. Por eso a veces si realizamos diferentes pruebas pueden salir resultados parcialmente diferentes.
Prueba de provocación labial TPL
La prueba de provocación a los alimentos constituye el examen clave del diagnóstico de la alergia alimenticia. La prueba de provocación labial consiste en poner en contacto el alimento con la mucosa bucal. Hay varios grados en función de la intensidad de la reacción. La negatividad del TPL no permite eliminar el diagnóstico de alergia alimenticia y la prueba de provocación oral, TPO, es a menudo necesaria en estos casos.
Prueba de provocación oral (TPO)
Después de la exclusión del alimento sospechoso que debería conllevar una disminución de los síntomas, la reintroducción se realiza en el medio hospitalario, a causa del riesgo siempre posible de anafilaxia. El alimento nativo se mezcla en un vehículo analérgico y en dosis crecientes se ingiere cada media hora. Cuanto más pequeño es el niño más prudente debe ser la prueba porque el riesgo de reacción a dosis débiles es más frecuente. La positividad de la TPO permite, más allá de confirmar la alergia alimenticia, observar un umbral desencadenante del accidente.
Prueba de permeabilidad intestinal
Esta prueba puede ser muy interesante ya que cuando la mucosa intestinal deja pasar sustancias que no debe (por ejemplo proteínas de leche de vaca parcialmente digeridas) nuestro sistema inmunológico empieza a alterarse ya que "hay un enemigo donde no debe" y empieza una respuesta inmunitaria, a menudo, desproporcionada Hinchazón, malestar, picor, etc.). Eso sería un caso de alergia alimentaria.
Toda alteración de la mucosa intestinal puede conllevar falsos positivos, lo que limita la especificidad de esta prueba.
¿Son fiables estos test de alergias alimentarias?
Hay que tener en cuenta que la toma de diversos medicamentos (antihistamínicos, antidepresivos, corticosteroides, anticoagulantes) puede provocar interferencias en la realización del test. Por eso a veces si realizamos la prueba en diferentes momentos o situaciones pueden salir resultados parcialmente diferentes.
Hemos de tener en cuenta que en muchos casos tras un tiempo (según cada persona) sin tomar ese alimento, el cuerpo puede volver a admitirlo.
Es importante, en esos casos, estar alerta por si reaparecen los antiguos síntomas.
De cualquier manera, no hay nada mejor que la experiencia, y si algo nos sienta mal, lo mejor es no tomarlo.